lunes, 10 de julio de 2017

El mundo de los corticoides

Hoy quiero hablar un poco sobre los corticoides, ya que tienen gran importancia en la uveitis, basicamente porque cubren un alto porcentaje del tratamiento.

Muchas veces, cuando oyes la palabra "corticoide", pones muecas. Y es que es una sustancia que puede aportar tanto de bien como de mal. Son potentes pero pueden dejar huella, así que hay una especie de amor-odio hacia ellos. Bueno, no creo que "amor" sea la palabra exacta, porque dudo que se pueda amar un medicamento, si acaso un Frenadol cuando te quieres quitar ese catarro tremendo. Pero bueno, vosotros me entendéis.

-¿QUÉ SON?



Son un tipo de hormonas, llamadas esteroides, que se producen en las glándulas suprarrenales. Actúan principalmente como antiinflamatorios e inmunosupresores, y participan en el metabolismo de los hidratos de carbono, catabolismo de proteinas, niveles de electrolitos y en la respuesta al estrés.


Los corticoides no los dan libremente en la farmacia, precisan receta y, por su importancia en el organismo, un control estricto por parte del médico, tanto del tipo de corticoide que se utiliza, como de las dosis, vía de administración y tiempo de administración.

-EFECTOS SECUNDARIOS



No nos asustemos antes de tiempo. NO tienen por qué darte efectos secundarios, NO tienen por qué darte TODOS los efectos secundarios. Y si te dan, NO tienen por qué ser a nivel extremo. Recordemos que cada persona es un mundo, y como tal cada organismo es distinto (en según qué cosas) y actúa de formas distintas. Así que no, no pienses que de repente por tomar corticoides vas a convertirte en un cara-bollo con barriga, granos y pelos. Realmente estoy intentando autoconvencerme a mí misma también con esto, ya que yo los corticoides no los quería ni de lejos. Yo sí me imaginaba como una cara-bollo con granos y pelos para este verano, y no, no es así (bueno, aún queda verano xD). Ahora me he relajado más y estoy intentando hacer buenas migas con ellos, en la medida de lo posible


Igualmente, esto no quiere decir que debamos ignorar sus efectos adversos, los cuales tienen más probabilidad de aparecer a dosis altas y tratamientos largos. Están ahí, y hay que mentalizarse de que hay probabilidades de que aparezcan. Lo bueno es que la mayoría de los efectos suelen desaparecer en el momento en que dejas de tomar corticoides.

Los efectos más importantes, que además estos sí que son inevitables, son los siguientes:

-Supresión del eje hipotálamo-hipofisario adrenal: nuestro organismo genera cortisol de forma natural mediante este "eje". ¿Para qué? Para cubrir ciertas necesidades, como son las nombradas anteriormente. Tanto el cortisol endógeno como exógeno actúa como antiinflamatorio, regula el sistema inmune, participa en el metabolismo y en la respuesta al estrés. ¿Por qué este eje, tomando corticoides, se suprime? Porque cuando el organismo detecta niveles de corticoides en sangre, en nuestro caso, provenientes del exterior, decide que hay suficiente cortisol y deja de generarlo. Esto ocurre en dosis bajas, entre 7.5 y 10 mg al día.

-Disminución de la respuesta inflamatoria / Riesgo de infecciones: no tiene por qué pasar nada, sobre todo a dosis bajas o tratamientos cortos, pero está ahí. La inflamación es un sistema de defensa importantísimo del organismo, que da pie a que actúen nuestras células de defensa (macrófagos, linfocitos...) contra un agente invasor, como pueden ser bacterias, virus, etc. Los corticoides disminuyen la respuesta inflamatoria, más cuanto mayor es la dosis o más largo es el tratamiento, por lo tanto nuestro sistema inmune puede verse afectado y esto dar lugar a que los "bichos" campen a sus anchas. De ahí que por ejemplo, en la uveitis, cuando estás con colirios de corticoides, no es recomendable usar lentillas, ya que no son precisamente lo más limpio del mundo. O en pacientes con dosis altas, habría que tener mucho cuidado con las vacunas, sobre todo las de organismos vivos atenuados.

El resto de efectos secundarios son:
-Osteoporosis: entre otras cosas, porque disminuyen la absorción de calcio en el intestino delgado.
-Úlcera gástrica
-Cataratas, glaucoma: lo que nos faltaba a nuestros ojos, ¿verdad? No se sabe el mecanismo exacto, pero además de aumentar la presión intraocular, con el riesgo que eso conlleva, hay una probabilidad importante de que causen cataratas.
-Acné, estrías, fragilidad de la piel
-Hipertensión / Retención de líquidos: por diversas alteraciones que produce en el metabolismo, favorece una retención de sodio y agua, de ahí que podamos hincharnos. Hay más volumen de líquido en sangre, lo que puede dar lugar a una hipertensión.
-Alteraciones emocionales: lo mismo te pones eufórico y la lías parda que al rato te conviertes en emo.
-Hiperglucemia / Diabetes: aumentan los niveles de azúcar en sangre, reduciendo el consumo de glucosa por las células y favoreciendo la gluconeogénesis.

-Sobrepeso / Hiperlipidemia: aumentan el apetito y redistribuyen la grasa corporal, depositándola fundamentalmente en el tronco, cara (la famosa cara de luna llena), joroba grasa y produciendo un adelgazamiento de las extremidades inferiores. Tranquilos, no nos vamos a convertir de un día para otro y así como si nada en los hermanos gemelos de Alicia en el País de las Maravillas, esto dependerá de nuestro metabolismo, estilo de vida y de la dosis y duración del tratamiento.


-CORTICOIDES EN LA UVEITIS

La uveitis, más que curarla, lo que se hace es frenarla. Pueden curarse las uveitis infecciosas, atacando al agente que la causa, o un brote agudo, que viene, lo tratamos y no volvemos a saber de él. Pero buena parte de las uveitis se cronifica, o acaba volviendo en algún momento. Ojalá hubiera algo milagroso que realmente nos la quitara, ¿verdad? Pero por su causa, en muchos casos autoinmune y en otros desconocida, es dificil hacerla frente. Digamos que en las autoinmunes no puedes hacer otra cosa que modular ese sistema inmune alocado y en las de causa desconocida no queda otra que tratar los síntomas, y a la larga quizás también suprimir un poco tu sistema inmune, pero eso es otra historia.

Pata atacar la inflamación no queda otra que usar corticoides. Podrían utilizarse AINES (antiinflamatorios no esteroideos, como diclofenaco, ibuprofeno, aspirina...), pero tienen un efecto escaso o nulo en la uveitis A veces se utilizan para evitar los corticoides en lo posible.

Vamos que los protagonistas son los corticoides, en todas sus formas posibles. Cuando se comienza un tratamiento con corticoides, sea la dosis que sea, debe ir reduciéndose progresivamente hasta su suspensión. Como dije antes, el organismo deja de producir cortisol porque se lo estamos dando de forma exógena, así que al reducirlo progresivamente, damos tiempo a que esas glándulas se pongan en marcha de nuevo y comiencen a segregar cortisol. De otra forma, se produciría una insuficiencia suprarrenal, con una sintomatología bastante chunga.

En las uveitis, se trata todo el tiempo de jugar con los corticoides, tanto cuáles usar como en qué dosis. La idea es comenzar con una dosis fuerte para ir reduciéndola poco a poco, MUY poco a poco. Si esto no es así, aumenta la recurrencia, y podemos tener brotes infinitos. Que incluso haciéndolo bien también puedes tener brotes infinitos, pero vaya, habrá que intentarlo. 

Normalmente se comienza con corticoides tópicos, en colirio, al menos en las más comunes, que son las uveitis anteriores. Se suele comenzar con gotas cada 2 horas durante una semana para ir reduciéndolas progresivamente. Las más potentes y más usadas son Maxidex (dexametasona) y Pred-Forte (pednisolona). FML (fluorometalona) cuando la uveitis está más controlada o para reducir efectos secundarios de las anteriores (suelen aumentar mucho la presión intraocular).Por cierto, si usais Pred-Forte, AGITADLO, como si no hubiese mañana. Es un colirio en suspensión, por tanto hay que agitar, y bastante. Yo no lo hice las primeras veces y seguramente por eso tuve un nuevo brote. Si no agitas un colirio en suspensión, la dosis que entra no es ni un tercio de la que debería entrar.

Cuando se usan corticoides tópicos, el riesgo de efectos secundarios a nivel sistémico es bajito.

Cuando la cosa se alarga, llega un momento en que hay que pasar a corticoides orales, bien porque la uveitis ya no responde bien a los colirios o porque ya ha sido demasiado tiempo de utilizar gotas (cuantas más gotas, más riesgo de tener cataratas. Con los corticoides orales también hay ese riesgo, pero bueno, al menos no los estás echando directamente en el ojo). Y ahora ya empieza la fiesta.

Normalmente se toma prednisolona, a dosis medias-altas para luego ir reduciendo. En una uveitis anterior, lo común es empezar por 30 mg/día, pero por ejemplo las más graves, como son las intermedias o las panuveitis, pueden comenzar con dosis mucho mayores.
Incluso en casos extremos, pueden administrarse de forma intravenosa, y cuando la uveitis es grave y tiene ya su tiempo, inyecciones intravítreo y perioculares.

Igualmente la intención es usar la mínima cantidad de corticoides posible, pero a veces la cosa se complica tanto que hay que usar inmunosupresores que a su vez permitan reducir la cantidad de corticoides, pero estos fármacos tienen otra serie de efectos secundarios. Así que como veis, la uveitis es el festival del humor. Tienes una enfermedad cuyo tratamiento puede provocar otra enfermedad. Pero bueno, no nos pongamos negativos. Ante todo paciencia, calma y mente serena.

-RECOMENDACIONES SI TOMAS CORTICOIDES

No hay nada milagroso que evite sus efectos secundarios, pero sí podemos atrasarlos o minimizarlos en lo posible. Yo, hasta ahora, no he tomado unas dosis altas, mi máximo han sido 30 mg/día (y espero que así siga siendo), pero era lo bastante como para emparanoyarme. Me preocupaba muchísimo la retención de líquidos, la cara de luna llena, la redistribución de la grasa... En definitiva, me negaba a ser un globo. 

En mi caso, estos efectos no han aparecido. Tomé 30 mg 2 semanas, y el resto del tiempo han sido dosis en reducción. Llevo unos 2 meses en total tomando corticoides y estoy igual: no me noto más hinchada ni creo que haya aumentado de peso, no  tengo más pelos que antes y mi piel se ve normal.

Peeero esto en mi caso, hay gente que con la misma dosis en ese tiempo puede notar algo. 
Personalmente, no soy una persona con cambios bruscos de peso, mi metabolismo es estable, no tengo mala alimentación y hago bastante ejercicio (baile, baile, baile...), pero igualmente seguí algunas recomendaciones que creo que deberíamos tener en cuenta a la hora de tomar corticoides, ya no porque engordemos, sino por salud.

-Lo primero, curarse en salud. Con los corticoides, el médico siempre te va a recetar un protector gástrico, como Omeprazol, por su riesgo de producir úlceras. El protector normalmente se toma en el desayuno y en ayunas.
-Además del protector, te va a recetar suplementos de calcio. Normalmente son pastillas que se disuelven al contacto con la saliva y no son  muy agradables, pero una dosis baja de corticoides, a la larga, puede causar osteoporosis, así que importante tomarlo. A ser posible, separado de las comidas. O sea, no te lo tomes junto a los macarrones con tomate. Además, puedes aumentar el consumo de lácteos desnatados y otros alimentos ricos en calcio, como sardinas, almendras, avellanas, gambas, higos secos...
-Los corticoides se toman en el desayuno en la medida de lo posible, así nos adecuamos al ritmo del organismo y reducimos la aparición de efectos secundarios. En condiciones fisiológicas, el eje hipotálamo-hipófisis se activa de madrugada y va decreciendo a lo largo del día.
-Alimentación: esto es la clave. Es importante una dieta variada y no en grandes cantidades, pero sobre todo:
    -Reducir la sal, para disminuir la retención de líquidos.
    -Reducir el consumo de alimentos grasos, para no aumentar de peso y compensar esa acumulación de líquidos, y porque cuanto menos grasa tengamos, menos grasa que se redistribuirá a sitios indeseables. 
   -Reducir el consumo de azúcar, por el efecto hiperglucemiante de los corticoides.
-Evitar el "picoteo": los corticoides aumentan el apetito. ¿Cómo enfrentarlo? Con una mezcla entre fuerza de voluntad y alimentos hipocalóricos. Mejor varias comidas pequeñas que pocas y abundantes. Si te da un hambre voraz que no puedes aguantar, mejor una pieza de fruta o una loncha de pavo que una tostada con mantequilla. Aumenta el consumo de agua para engañar al estómago.
   -Dieta rica en potasio: para disminuir la retención de líquidos. Los alimentos que más tienen: aguacate, plátanos, espinacas, champiñones, calabaza...
   -Diuréticos naturales: no está demasiado probado su efecto en estos casos, pero con un buen uso, mal no van a hacer. Entre los alimentos más diuréticos están la sandía, tomate, lechuga, zanahoria, piña... Además puedes hacerte infusiones de cola de caballo y té verde, que por otro lado es antioxidante.
-Ejercicio físico: a parte de ser beneficioso es todos los ámbitos de la salud, nos van a ayudar a quemar grasa y, con el sudor, a perder líquido. Aunque sea 20 minutos diarios de paseo. Nada de estar todo el día sentado mirando Netflix o haciendo bolillos.
-Ocio y tiempo libre: Los corticoides pueden cambiar tu estado de ánimo y encontrarte más deprimido de la cuenta. Esto unido al hecho de tener una enfermedad crónica y a diversas preocupaciones que derivan de ella, puede dejarnos muy chof. Céntrate en ti y en la gente a tu alrededor, dedícate a tus hobbies y si no los tienes, te los buscas, sal a tomar el sol, vete de compras o a tomar un café a una terracita, habla con gente, y en definitiva, mantén tu mente ocupada. El estrés, un bajo estado anímico, la negatividad, pueden influir en una enfermedad más de lo que parece, así que positividad ante todo.

¡SED FELICES!









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